lunes, 30 de mayo de 2011

Síndrome de Gilles de la Tourette


Es un trastorno del sistema nervioso que impulsa a una persona a hacer movimientos y sonidos (vocalizaciones) incontrolables (involuntarios), rápidos y repetitivos, llamados tics. El trastorno comúnmente se denomina síndrome de Tourette.
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Causas

El síndrome de Tourette recibe el nombre por Georges Gilles de la Tourette, quien fue el primero en describir este trastorno en 1885. Existe evidencia fuerte de que este síndrome se transmite de padres a hijos, aunque el gen aún no se ha encontrado.
El síndrome puede estar ligado a problemas en ciertas áreas del cerebro y las sustancias químicas (dopamina, serotonina y norepinefrina) que ayudan a las neuronas a comunicarse entre sí.
El síndrome de Tourette puede ser severo o leve. Aproximadamente el 10% de los estadounidenses padecen un trastorno de tic leve, pero muchos menos tienen formas más severas del síndrome de Tourette. Muchas personas con tics muy leves pueden no ser conscientes de ellos y nunca buscan atención médica.
La probabilidad de que este síndrome ocurra es cuatro veces mayor tanto en niños como en niñas.

Síntomas

La mayoría de las personas afectadas notan por primera vez los síntomas del síndrome de Tourette durante la infancia, entre las edades de 7 y 10 años.
Los síntomas del síndrome de Tourette pueden fluctuar desde movimientos menores casi imperceptibles (como gruñidos, aspiración de aire por la nariz, tos) hasta movimientos y sonidos (vocalizaciones) continuos e incontrolables.
Los síntomas tienden a mejorar y empeorar. Esto último generalmente sucede antes de los años intermedios de la adolescencia.
El síntoma inicial más común es un tic facial, al cual pueden seguir otros. Un tic es un movimiento o sonido vocal (vocalización) repetitivo, rápido y súbito. Los tics pueden incluir:
  • Empujar con los brazos
  • Parpadeo de los ojos
  • Saltar
  • Patear
  • Aclaración de la garganta o aspiración de aire por la nariz en forma repetitiva
  • Encoger los hombros
Los tics se pueden presentar muchas veces durante el día, pero tienden a mejorar o empeorar en diferentes momentos, y pueden cambiar con el tiempo.
Contrario a la creencia popular, el uso de palabras vulgares u otras frases o palabras inapropiadas (coprolalia) se presenta sólo en un pequeño número de pacientes.
Muchos pacientes dicen que los tics no están totalmente fuera de su control (involuntarios), pero que las "cosas simplemente no se sentirían bien" si ellos no los hicieran. Esto es lo que hace que el síndrome de Tourette sea diferente del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), en el cual las personas sienten como si tuvieran que adoptar los comportamientos.
Muchas personas que tienen el trastorno pueden inhibir el tic durante períodos de tiempo, pero descubren que cuando se permite que ocurra después de ese tiempo, es más intenso durante unos cuantos minutos.

Pruebas y exámenes

No existen pruebas de laboratorio para diagnosticar este síndrome; sin embargo, un médico debe realizar una evaluación para descartar otras causas de estos síntomas.
Para que se diagnostique el síndrome de Tourette, una persona tiene que:
  • Haber tenido muchos tics motores y uno o más tics vocales en algún momento, aunque no necesariamente al mismo tiempo.
  • Tener tics que se presenten muchas veces durante el día, casi todos los días o de manera intermitente a lo largo de un período de más de un año. Durante este lapso, no debe haber un período libre de tics de más de 3 meses consecutivos.
  • Haberle comenzado los tics antes de la edad de 18.
  • No tener otro problema cerebral que pudiera ser una causa probable de los síntomas.

Tratamiento

Muchos pacientes con el síndrome de Tourette presentan síntomas muy leves. En este caso, generalmente no se tratan, dado que los efectos secundarios de los medicamentos pueden ser peores que los síntomas de esta afección.
Los fármacos que se utilizan para tratar los tics abarcan los bloqueadores de dopamina, como flufenazina, haloperidol, pimozida y risperidona. Estos fármacos pueden ayudar a controlar o reducir los tics, pero tienen efectos secundarios como trastornos de movimiento y lentitud cognitiva. Los anticonvulsivos también se utilizan algunas veces.
Un medicamento para la presión arterial, llamado clonidina, ha mostrado que ayuda a controlar los tics. Otro medicamento comúnmente utilizado es la tetrabenazina, pero este fármaco también está asociado con trastornos en el movimiento al igual que con depresión. Se han ensayado muchos otros tratamientos con poca o ninguna mejoría.
La estimulación cerebral profunda (ECP) ha arrojado resultados alentadores tanto para los síntomas principales del síndrome de Tourette y para los manierismos obsesivo-compulsivos asociados.

1 comentario:

  1. esta muy bacano tu trabajo! te felicito muy buena la infromacion pero recuerda recortar las publicaciones para que no se vea muy saturado

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